
Publicado: 13 de Noviembre de 2020
La electroestimulación es una técnica muy usada en la estética y en el ámbito deportivo.
En la estética se usa como tratamiento adelgazante, aunque recomendamos que sea complementario a una buena rutina de ejercicio físico para que los resultados finales sean lo más favorables posibles. Lo importante que debes saber es que este tratamiento es conocido como “ejercicio pasivo” permitiendo aumentar el tono muscular y mejorar la flacidez de los músculos aumentando su volumen, fuerza, resistencia y quemando además las reservas de grasa localizadas.
El electroestimulador sólo puede actuar sobre uno o dos músculos cada vez. Hay que tener también en cuenta que el efecto adelgazante no se produce por la acción directa del estectoestimulador sobre la grasa localizada sino por la acción de drenaje sobre la zona tratada.
¿Qué beneficios tiene?
Provoca una mayor activación muscular y contracción de las fibras. En estos casos se llegan a reclutar fibras que serían posibles alcanzar con contradicciones voluntarias.
Al ser un tipo de ejercicio pasivo no produce un gran cansancio, hace que el usuario tenga un mayor aguante durante la sesión.
Se obtiene una mejoría en fuerza y resistencia.
Una mejora en la capilarización. Ofrece una elevación de circulación sanguínea, así como el riego linfático.
Elimina las sustancias tóxicas del cuerpo
¿Qué desventajas tiene?
No logra tanto volumen muscular como se lograría en un ejercicio activo. Por lo tanto no lo recomendamos en trabajos de hipertrofia.
No se permite entrenar el control ni la coordinación muscular
Para las mujeres embarazadas la electroestimulación resulta algo contraproducente si se aplica en la área del abdomen, pudiendo utilizar en el resto con precauciones